Desde niños nos han enseñado las guerras que asolaron al mundo y las conquistas y victorias que enorgullecían al país. Pero, nunca nos han contado lo verdaderamente interesante, las tramas, los cotilleos y los amoríos de la realeza. Entiendo que no era lo esencial, pero el contar la historia salpicándola de salseo siempre la hace más jugosa, atractiva, cercana y, sobre todo, humana.

Si historia fue tu asignatura odiada en el colegio, quédate, yo voy a intentar cambiar eso. Si, por el contrario, te encantó desde siempre, más te vale quedarte, porque esto será una gran aventura, como el origen de cada hijo de Isabel II… (chiste friki).

En este artículo vamos a hablar sobre figuras ocultas que sufrieron la crudeza de la realeza, las mujeres detrás de la figura del rey Fernando VII «El Deseado» (por sus esposas seguro que no).

Un rey bien dotado que con cuatro mujeres se ha casado

Isabel II era hija del rey Fernando VII, el culpable de la muerte del general Torrijos en las playas malacitanas, el hijo traidor que conspiró en contra de su padre para gobernar, el del gran miembro viril que se casó cuatro veces y ni así consiguió a su soñado descendiente varón.

Como ya se habla suficiente de este señor en los libros de texto, vamos a indagar en la vida de sus tres primeras pobres esposas (se casó cuatro veces, ninguna mujer pudo soportarlo más de 10 años). Ellas cayeron en el completo olvido, menos la cuarta que es María Cristina, madre de Isabel II y regenta del país durante siete años, precisamente olvidada no está.

  • Primera esposa: María Antonia de Nápoles (o de Borbón) (1784-1806)

La princesa napolitana culta y políglota que sufrió un vahío en su boda al ver a su marido. En una carta escrita a su primo, el archiduque de Toscana, se puede leer esta divertida frase «En el retrato parecía más bien feo que guapo; pues bien, comparado con el original, es un adonis1».

Retrato de Fernando VII por Vicente López Portaña

A pesar de llorar en su boda, la relación con el rey mejoró con el tiempo. Aun así, su suegra , María Luisa de Parma, la detestaba y le hizo la vida imposible. Tanto era su odio, que hay teorías que la culpan de la muerte de su nuera de 21 años, se dice que la envenenó. Oficialmente, María Antonia de Nápoles falleció de tuberculosis 4 años después de haber contraído matrimonio con el monarca, con dos abortos a sus espaldas.

10 años después, Fernando VII volvió a casarse.

María Antonia de Borbón, realizado por Vicente López Portaña
  • Segunda esposa: María Isabel de Portugal(1797-1818)

El pueblo español la recibió bajo el cántico «Fea, pobre y portuguesa, ¡chúpate esa!» (de repente nuestro país era un niño malcriado de 8 años) al llegar sin dote y poseer un rostro orondo.

Logró que las mujeres accedieran a la Academia de San Fernando y, mientras el rey hacía turismo por los prostíbulos de la zona, ella creó el Museo del Prado. Murió dando a luz al descendiente de Fernando, justo un año después de la muerte de su hija de cuatro meses.

Según se cree, se desmayó durante el parto, los médicos creyeron que había fallecido y decidieron extraer al bebe por medio de una cesárea. A pesar de los gritos de dolor de la reina, siguiendo los mandatos del rey de salvar a su hijo a toda costa, los médicos continuaron. Ella murió desangrada y el bebé la acompañó minutos después.

No fue enterrada en el panteón real de El Escorial por el mero hecho de no haber sido capaz de otorgarle a Fernando VII su heredero.

Aquella reina «fea, pobre y portuguesa» nos entregó mucho más, uno de los museos más importantes de toda España.

María Isabel de Braganza como fundadora del Museo del Prado, realizado por Bernardo López Piquer
  • Tercera esposa: María Josefa Amalia de Sajonia (1803-1829)

Una adolescente de 16 años criada en un convento y forzada a casarse con un señor de 35 años que sufría de macrofalosomía. Me compadezco muchísimo de ella.

La pobre reina consorte se quedó espantada ante los atributos del monarca la noche de bodas. Así lo narra el escritor Prosper Mérimée: «La reina fue puesta en el lecho sin ninguna preparación. Entra su Majestad. Figúrese a un hombre gordo con aspecto de sátiro, morenísimo, con el labio inferior colgándole». La asustada muchacha corrió despavorida por la habitación gritando en alemán.

Una década después murió por unas fiebres (o del disgusto acumulado).

María Josefa de Sajonia Amalia de Sajonia, realizado por Vicente López Portaña

Despedida (con cierto vestigio republicano)

La monarquía ha causado muchos estragos en la sociedad y en los propios integrantes de esta. La libertad y la igualdad son derechos fundamentales de obligatorio cumplimiento, pero a lo mejor hay ciertas instituciones anacrónicas que no los respetan tanto…

Imagen generada con IA

En cualquier caso, esta es solo mi humilde opinión, ¿cuál es la tuya?

  1. Adonis: joven de gran belleza (RAE) ↩︎

Fuentes:

Una respuesta a “La crudeza de la realeza”

  1. […] el hilo de mi anterior artículo La crudeza de la realeza, voy a contar la vida de la hija del rey Fernando VII, a profundizar en los escándalos de «la de […]

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